Contar con un sistema de gestión de riesgos operacionales ofrece una serie de ventajas significativas para organizaciones de diversos sectores y tamaños. Facilita cada etapa de la gestión, que comprende la identificación, evaluación, control y seguimiento de los riesgos operativos a los que están expuestas y que pueden influir en su funcionamiento, continuidad y reputación.

Estos riesgos pueden surgir de diversas fuentes, ya sea el personal, los procesos, la tecnología, la infraestructura o eventos externos. Con la implementación de un software, se simplifica la tarea de identificarlos y se facilita la ejecución de estrategias, controles y planes de acción para prevenirlos y reducir su impacto, minimizando así las posibles pérdidas económicas o de reputación.

Entre las características clave que debe poseer este software, se destacan: facilidad de uso, capacidad de escalabilidad y actualizaciones continuas de funcionalidades, automatización de procesos, garantía de seguridad, generación de informes y análisis pertinentes que apoyen a los directivos en la toma de decisiones para el beneficio y continuidad de la organización.